¿Cómo se Juega?

Tuki no se juega en una mesa.
Se juega en la vida real, en cualquier momento del día, cuando menos te lo esperás.

Es simple, pero no es inocente.
Cada carta propone algo.
Vos la tirás. La otra persona tiene que hacerlo. Sin excusas.
(Salvo que quiera usar uno de sus comodines… que son pocos.)


Paso a paso

1. Dividan el mazo.
Cada persona se queda con 22 cartas de desafío.
Las otras 6 son comodines (3 para cada une).
Nadie puede mirar el mazo del otro. Nadie puede cambiar lo que salió.

2. Guardalas donde quieras.
En la cartera, en la billetera, en el cajón de la mesa de luz.
Lo importante es tenerlas a mano cuando llegue el momento.

3. Jugá una carta cuando se te cante.
Puede ser a la mañana, después de una discusión, en una cita, o en plena rutina.
No hay turnos ni días fijos.
Cuando jugás una carta, la otra persona tiene que cumplirla.

4. ¿No quiere cumplirla?
Puede usar un comodín.
Pero tiene solo tres. Y cuando se acaban... no hay más excusas.


¿Y qué tipo de cartas hay?

Desafíos reales.
De los que dan risa, incomodan un poco, sorprenden, conmueven o activan algo que estaba dormido.

Tuki no te hace responder preguntas.
Tuki te hace hacer algo.


¿Cuánto dura el juego?

Lo que ustedes quieran.
Una semana, un mes o hasta que se terminen las cartas.
No se juega una sola vez. Se vive a lo largo del vínculo.


¿Quién gana?

Nadie. O les dos.
Porque no se trata de ganar.
Se trata de volver a elegir al otro. Y hacerlo con humor, con verdad, y con ganas.


Video Explicativo: